La Corticela

Corticela viene de "curtis", terreno cercado. La iglesia de Santa María la Antigua de la Corticela fue un oratorio fundado en el siglo IX por el Obispo Sisnando I bajo el reinado de Alfonso II que cedió a los monjes para su sostenimiento cinco islas en la Ría de Arosa. Se situó cerca del sepulcro de Santiago, atendido por los monjes que residían en San Martín Pinario y de ellos dependió hasta el siglo XV. En el año 997 fue destruida por Almanzor en su expedición de castigo contra Compostela por la negativa del Rey Leonés Bermudo II a satisfacer el tributo debido al califato, según la tradición, respetó el sepulcro pero no así las iglesias de Santiago, Antealtares y la Corticela, la que hoy vemos es una reconstrucción del siglo XII. Se encuentra situada en la esquina noreste de la Catedral y son visibles desde el exterior una fachada lateral y la fachada posterior, estuvo separada de la misma hasta que se construyó el actual pasadizo en el siglo XVII, siendo en este momento una capilla más dentro de la basílica compostelana. El tímpano representa una adoración de los Reyes Magos. Dentro de ella, al lado de la pila bautismal, podemos ver una de la más antiguas tumbas de las necrópolis que yacen bajo la catedral, un sepulcro de época sueva, entre el siglo V y el VII, con su tapa decorada con una figura humana estilizada. En la pared de la izquierda una escultura representa a Jesús en el Huerto de los Olivos, donde las gentes de Santiago, sobre todo los estudiantes y adolescentes, depositan los papeles con sus peticiones. Por la puerta de la derecha, al lado de la tumba del canónigo Gonzalo Eans, siglo XIV, entraba la corporación municipal cuando antiguamente se publicaba en la catedral la bula de Cruzada. Esta iglesia pasó a ser desde 1527 parroquia de peregrinos extranjeros residentes en Santiago, pues desde tiempos lejanos los peregrinos oían misa en esta capilla.